El cuidador del enfermo dependiente

Cuidar de una persona dependiente con discapacidad física o psicológica es un riesgo para desarrollar ciertas patologías, como algunas enfermedades mentales, además de impactos negativos en otros ámbitos de la vida como pueden llegar a ser económicos, laborales, familiares, etc…)

Ademas, aparece desgaste emocional, el fenómenos del cuidador quemado debido a la despersonalización por el cuidado hacia el otro e insatifacción personal por estar pendiente de otra persona.

El cuidado de un familiar dependiente es, en general, una experiencia prolongada que exige reorganizar la vida familiar, laboral y social. Esto significa que las personas que atienden directamente a sus parientes, que así lo requieren, pueden tener conflictos con el resto de la familia.

Estos problemas suelen deberse a desacuerdos en la atención e implicación de los familiares y pueden derivar en cambios emocionales de los cuidadores que se ven expuestos a un sin número de sentimientos de carácter negativo como la sensación de impotencia, culpabilidad, rechazo hacia la persona dependiente o soledad.

Para enfrentar y prevenir que esto ocurra, es importante que el cuidador cuente con un apoyo que le permita repartir sus responsabilidades. Además, siempre es bueno que cuente con ayuda emocional y el reconocimiento de su importante tarea por parte del resto de sus familiares.

Una buena forma de lograrlo es que el cuidador cuente con flexibilidad horaria en lo laboral y que se apoye de las instituciones especializadas que existen para el cuidado de los adultos mayores, que muchas veces cuentan con servicios temporales de residencia para ancianos o centros de día donde pueden ser bien atendidos y participar de actividades recreativas.

También es importante que el cuidador conozca en detalle la enfermedad o impedimento que sufre la persona dependiente para que sepa a qué atenerse a futuro, cuál será su posible evolución y si existen eventuales complicaciones.

Otra manera fundamental para evitar y tratar el agotamiento emocional que produce el hecho de cuidar a otro, es estar atento a los primeros síntomas, que suelen ser pérdida de energía, sensación continua de cansancio, sueño, enojos sin motivo, cambios frecuentes de estado de ánimo y aislamiento, para pedir ayuda oportuna.