Alzhéimer y demencia son conceptos distintos, aunque relacionados

Según la Fundación Pasqual Maragall, alzhéimer y demencia son conceptos distintos, aunque estrechamente relacionados, porque el alzhéimer es la principal causa de demencia. «La enfermedad de Alzheimer es una larga enfermedad cerebral producida por cambios patológicos que van alterando el funcionamiento de las neuronas. Durante muchos años no da síntomas (…), pero llega un momento en empiezan a aparecer los indicios de deterioro cognitivo, normalmente con los problemas de memoria, que terminarán en una demencia. Una demencia es un conjunto de signos y síntomas producidos por una alteración cerebral que provoca la pérdida de capacidades cognitivas de la persona afectada, normalmente junto con alteraciones del estado de ánimo y de la conducta, lo que impide que la persona pueda llevar a cabo independientemente sus actividades cotidianas. Por tanto, conlleva una pérdida de autonomía y la consecuente dependencia de terceras personas». Es decir, la demencia es un término genérico para síntomas como problemas de memoria y pensamiento que interfieren con la vida diaria, mientras que el alzhéimer es un tipo específico de demencia.

Se calcula que 1 de cada de 10 personas mayores de 65 años padece algún tipo de demencia y, aproximadamente, un 75 % de los casos está provocada por el alzhéimer. Según la Organización Mundial de la Salud, unos 50 millones de personas viven con demencia en todo el mundo. La segunda causa más frecuente de demencia tiene que ver con alteraciones vasculares cerebrales: la demencia vascular. También pueden causar demencia otras enfermedades neurodegenerativas, alteraciones metabólicas, como las producidas por el alcoholismo crónico, problemas de nutrición o de tiroides, u otros tipos de enfermedades.

Sin embargo, el alzhéimer tiene una causa específica: los depósitos de placas de beta-amiloide y proteínas tau que dañan las células en las regiones del cerebro que controlan funciones como el pensamiento, la memoria y el razonamiento. Además, el 30 % de los pacientes de alzhéimer tienen una enfermedad vascular añadida que empeora los síntomas cognitivos. 

Todas las demencias se caracterizan por la alteración de las funciones cognitivas y de la conducta, produciendo pérdida de autonomía, sin embargo, según las causas y zonas cerebrales afectadas, los síntomas y la evolución variarán.   

Es importante señalar que cuando una persona presenta demencia, sea a la edad que sea, es porque algo la está causando, no es una consecuencia inevitable del envejecimiento.

En todo caso, es muy importante estar alerta a la aparición de síntomas que puedan sugerir una demencia o cualquier forma de deterioro cognitivo y acudir al médico para determinar su origen, alcance y proporcionar el tratamiento más adecuado.

Fuente: www.inforesidencias.com