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Aprende a leer y entender tu nómina con ejemplos fáciles y prácticos

La nómina es uno de los documentos más importantes de nuestra vida profesional, pero hay veces en las que a más de uno le ha surgido alguna duda a la hora de analizarla, dado que hay conceptos que quizá no quedan del todo claros.

La nómina es un documento de carácter obligatorio que expide la empresa a cada trabajador y en el cuál aparecen reflejadas una serie de datos sobre la empresa, el tipo de trabajo realizado, el periodo trabajado… así como cantidades económicas varias.

Es un  justificante de lo que pagas a la Seguridad Social como trabajador y del IRPF. Es un documento con valor legal, así que te recomendamos que lo guardes para cualquier reclamación.

Ejemplos para entender tu nómina salarial

Ahora vamos a enseñarte a leer tu nómina con ejemplos fáciles y prácticos por cada uno de sus apartados:

1. El encabezado

La nómina es una factura. Y como factura hay unos puntos mínimos que deben aparecer relacionados con el tipo de trabajo o las cantidades económicas. Estos son los datos de la empresa: nombre legal de la empresa (no el comercial, sino el que aparece en el registro), domicilio social, código de identificación fiscal (CIF), código de cotización de la seguridad social, periodo de liquidación (el periodo por el que se abona la nómina), así como el centro de trabajo. Además, han de aparecer los datos del trabajador: nombre, número de documento nacional de identidad (DNI), código de cotización de la seguridad social del trabajador, categoría profesional o grupo profesional, fecha de antigüedad en la empresa y código del tipo de contrato.

2. Devengos

El segundo punto de toda nómina que debe aparecer por ley es el de los devengos. Para todos aquellos que no somos contables, los devengos hacen referencia a los ingresos, es decir, aquello que recibe el empleado. En este apartado se introduce una división: devengos salariales o no salariales.

Los devengos salariales son las cantidades a entregar al trabajador como retribución a su trabajo, mientras que los devengos no salariales son aquellos bienes y servicios recibe de la empresa pero que no tributan como salario y que nunca pueden superar el 30% de las percepciones salariales.

Cuando miramos nuestras respectivas nóminas solemos darnos cuenta de una división de los devengos salariales en varias partidas diferentes:

Los devengos no salariales también tienen una división:

Los devengos no salariales son una partición de los devengos que se diferencia de los salariales en que no tienen deducciones de IRPF y que no cotizan a la Seguridad Social. En el apartado siguiente veremos cómo afecta esto al cálculo de la nómina.

3. Deducciones por IRPF

A diferencia de los devengos, las deducciones por IRPF restan. Parte del sueldo va destinado a pagar la Seguridad Social y cubrir así una baja eventual por incapacidad, la futura pensión o el seguro de desempleo. En función del IRPF escogido, el porcentaje variará. Las principales deducciones que podrás ver en tu nómina son:

4. Líquido a percibir

Si los 30.000 euros del ejemplo conforman el llamado “sueldo bruto”, el líquido a percibir es el denominado “sueldo neto”, y es el que acabaremos viendo como ingreso en nuestra cuenta corriente. Esta cuenta es la más fácil de toda la nómina ya que se trata de una simple resta:

LIQUIDO TOTAL A PERCIBIR = TOTAL DEVENGADO – TOTAL DEDUCCIONES

Para el caso del ejemplo obtenemos un total de 2.279,22 euros.

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